CAPÍTULO 71
En el auto Cristian golpeo el volante con fuerza una y otra vez. La única frase que no dejaba de repetirse en su cabeza era que Stella no podía enterarse de lo que paso.
«Si ella lo supiese… No, no puede»
Busco su teléfono celular y marco el número de David.
―¿Necesitas analgésicos?