Esa noche, Bebé Zetty tuvo una fiebre alta.

Bebé Zetty estaba acurrucada junto a la cama, tal vez era porque una niña enferma se volvería particularmente vulnerable, o tal vez debido a la falta de seguridad que estaba experimentando después de perder a su mami. Ella comenzó a sollozar.

“Mami, ¿dónde estás? ¿Por qué no quieres más a Bebé Zetty?”. A medida que la fiebre alta iba y venía, Bebé Zetty buscaba a su Mami cuando estaba despierta. Cuando estaba inconsciente, Bebé Zetty se acostaba en la cama y dormía profundamente.

Jay había ido a la habitación por la noche y cuando escuchó el llanto de Bebé Zetty, rápidamente abrió la puerta y encendió las luces.

Vio que la cara de Bebé Zetty se había enrojecido por la fiebre. Ella lo miraba con indiferencia con los ojos entrecerrados.

Jay avanzó y tocó la frente de Bebé Zetty. Cuando él se dio cuenta de que tenía fiebre, Jay envolvió a la niña en una sábana sin decir una palabra, la llevó abajo y se dirigió directamente al Hospital de Gr