Boye lo tomó de la mano y dijo de manera emotiva: “Cuando me dijiste que querías salir a buscar los ingredientes medicinales tú mismo, supe que estabas decidido a aprender de mi madre y sacrificarte para salvar a Bebé Zetty y a mí. ¿Pero no sabes que si me dejas, no sobreviviré?".
El Abuelo abrazó a Boye y suspiró. "Boye, has sido terca durante toda la vida".
Boye sonrió y dijo: “Ahora tenemos a Bebé Zetty. Ella es mejor y más fuerte que yo, así que puedo morir sin ningún arrepentimiento".
El Abuelo dijo: “No necesariamente tenemos que morir. Solo intentémoslo".
Boye asintió. "Está bien".
El anciano miró con renuencia la habitación secreta de bolsillo. Al final, todavía le resultaba difícil renunciar a Bebé Zetty, por lo que se acercó a la puerta y dijo: “Bebé, a partir de ahora tendrás que caminar el resto del camino sola. Los demonios ya están ocupando la aldea y no podemos escapar. La Señora y yo hemos decidido sacrificarnos. De esta manera, tendrás la posibilidad de sobre