El Gran Viejo Amo Severe, George y la Señora Severe salieron del tercer coche.
Angeline los saludó extasiada con su conejo en brazos.
“Abuelo, Papá, Mamá”.
“Hermana Shirley, Tía Crystal”.
“Zayne, Josie”.
Zayne miró al conejo mascota en los brazos de Angeline y su expresión se volvió de intriga.
Nunca entendió a esas personas que tenían mascotas. Creía que era un pasatiempo extraño para las personas solitarias en busca de compañía.
Sin embargo, ahora que su hermanita tenía un conejo como mascota, Zayne entró en pánico.
“Angeline, ¿dónde está el Amo Ares? ¿Por qué no está aquí para recibirnos?”. Tenía la leve sospecha de que su hermana tenía un conejo como mascota porque su relación con Jay estaba teniendo problemas.
Angeline respondió: “Fue a recoger al primo Cole”.
Tan pronto como Cole salió del auto, escuchó que Angeline lo llamaba su primo, y su expresión se volvió desconcertada.
Jay mostraba una sonrisa de satisfacción.
Parecía que su esposa era de hecho alguien a quien