Protegiendo a una desconocida

Al mirar la confianza de Ryan en aquella mujer, de la cual no se sabía nada en ese momento y que daba la apariencia de una humana indefensa se despertó una fuerte intriga en la mente, y los instintos animales de los gemelos que sospechaban que dicha mujer escondía un secreto que podía perjudicar el futuro de la manada, así que decidieron mantenerla vigilada sin la autorización de Ryan.

Al llegar al territorio dominado por lobos, y ser trasladada al refugio de humanos, Alice la mujer desconocida comenzó a reaccionar a los cuidados de Bea, una curandera humana que estaba al servicio de la tribu de lobos, y quien estaba imprimada de uno de los viejos lobos que cuidaban la fortaleza.

–Despertaste, es un milagro que aun estés viva, a pesar de los intentos que he hecho por sacar la flecha de tu pecho, aún no he podido sacarla y tienes daños graves en uno de los músculos cercanos al corazón.

Dijo Bea con gran preocupación en su rostro, al mirar los ojos de Alice entre abiertos.

Pasándole una toalla mojada por la cabeza, Bea trataba de bajar la fiebre que se comía poco a poco a Alice, dada la magnitud de la infección que recorría su cuerpo con rapidez debido a la flecha que la atravesaba.

–¿Como esta ?, a dicho algo que nos ayude a identificar su origen.

Pregunto Ryan entrando al refugio humano, con una profunda preocupación por la vida de Alice.

–Despertó, pero aun no a dicho una sola palabra, he tratado de sacar la flecha en su pecho y de bajar la infección, pero no he podido, si no le sacamos la flecha en un par de horas morirá.

Respondió Bea con gran angustia en sus ojos.

–Talvez debemos llevarla con la anciana de la montaña, ella sabrá que hacer, sé que la magia pura de nuestros ancestros y la bendición de los espíritus la puede salvar.

Con una mirada de nostalgia hacia la cama en donde se encontraba Alice acostada luchando por su vida, Ryan sintió la necesidad de permanecer a su lado y salvar su vida a toda costa.

–¿Dónde se ha metido Ryan?, se supone que debería estar entrenando a los nuevos miembros de la tribu, y dando órdenes para la construcción de las siguientes embarcaciones.

Pregunto Trevor Black, el tío de Ryan, uno de los hombres más persuasivo y dominante de la tribu, era el segundo al mando, y por ende quería controlarlo todo incluso a Ryan, no perdía la oportunidad de reprocharle que era muy joven para ser un Alfa y que debía asumir las responsabilidades de su cargo al pie de la letra.

–A de estar con esa chica del bosque, que ha liberado de ese árbol, creo que está obsesionado con ella, espero no se le ocurra hacer de una desconocida su impronta.

La forma despectiva de hablar de la mujer desconocida, se podía mirar en el rostro de uno de los gemelos, ya que detestaban particularmente a las brujas del bosque y todo lo que involucrara magia prohibida.

–¿Que chica del bosque ?, no había escuchado semejante historia tan absurda.

El profundo interés de Trevor al escuchar el comentario de uno de los gemelos despertó de la nada, ya que su mayor ambición desde que murió su hermano era ser el Alfa de la manada.

–Una chica que estaba atada a un árbol a las afueras del bosque, al parecer es una humana, porque no tenía rastros de vampiro en su aroma, pero creo que talvez está muerta, ya que tenía una flecha atascada en el pecho, ni Bea con todas sus hiervas podría salvarla de tal maldición.

Contesto Jasón quien se encontraba, comiendo en uno de los mesones al aire libre.

–Tenemos que averiguar quien es esa chica, quiero que la vigilen de cerca y cuál es la influencia que tiene sobre Ryan, recuerden que es nuestro Alfa y no podemos dejar que nadie lo persuada de retirarse de la manada.

Dijo Trevor, a los gemelos, retirándose de las cabañas de la tribu, y dirigiéndose a las afueras del bosque.

Mientras tanto Ryan, se encaminaba en un viaje largo y empinado, a lo lejos de la reserva de la tribu en busca de la anciana de la montaña con la esperanza de que pudiera curar a Alice y hacerla libre de la lanza que cada vez más se acercaba a su corazón.

En el camino hacia uno de los picos de la montaña, se despertó en Ryan un profundo afecto hacia Alice, algo que iba más allá de sus instintos, y de un momento a otro se imprimo de ella, esto quiere decir que Alice paso de ser una desconocida para Ryan, a ser su universo entero y la persona por la cual daría su vida de ser necesario.

Desde el segundo en que un lobo cambia formas ve el objeto de su impronta, no hará otra cosa que protegerlo y complacerlo. Todos los demás compromisos se vuelven secundarios, incluso el que tiene con la manada. La relación entre la impronta es de aceptación total y apoyo por parte del metamorfo. No importa la edad o las condiciones de vida del humano, el metamorfo automáticamente se convierte en lo que el ser humano desee, hasta la pérdida de su personalidad libre albedrio. Si el humano es joven, el metamorfo se vuelve el protector y pareja platónica perfecta.

Para Ryan todo este sentimiento incontrolable que se hacía más grande cada vez que tenía a Alice cerca era totalmente nuevo para él, pero de algo estaba totalmente seguro que quería permanecer para siempre a su lado. Aun si eso implicara abandonar la manada.

Luego de casi día y medio Ryan logro llegar a la montaña en donde se refugiaba una vieja anciana yerbatera descendiente de los primeros miembros de la tribu Quileute, los cuales podían dejar sus cuerpos y vagar como espíritus, comunicándose con los animales y oyendo los pensamientos de los demás.

La vieja Clearwater, vivía a los pies de una montaña nevada a unos treinta kilómetros de las aldeas de la manada de los lobos jóvenes, se decía que su aislamiento se debía a que nunca quiso relacionarse con la sangre nueva mesclada de los cambia formas y decidió vivir como una ermitaña respetando las leyes ancestrales y protegiendo la montaña que le pertenecía a sus antepasados.

Al sentir en su espíritu que alguien de la sangre de los metamorfos se acercaba a la montaña, cerco con un aro de magia ancestral la entrada de la montaña de forma que esta se hiciera invisible y no fuera localizada por la vista de ningún lobo. Pero Ryan poseía habilidades intuitivas elevadas y pudo oler a la anciana que se ocultaba en medio de la montaña y al sentir que ella se movía de lugar en el centro de la montaña. Ryan uso sus habilidades de telepatía, para leer los pensamientos y entrar en la mente de la anciana y así convencerla de sanar a Alice.

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