ANDROMACA
—No puedo—niego de inmediato—el hombre esta loco y obsesionado por tenernos, tengo miedo de que termine violándonos si tiene la oportunidad de tenerme a solas.
—¿Te ha hecho daño? —pregunta Gulio y me tenso—¿Andrómaca?
Callo temerosa
—¿Ese hombre te ha tocado? —ahora es Stavros quien me encara y no quiero ocultarle nada, como tampoco mentirle, pero la mancha oscura que veo en sus ojos no me gusta.
—Dime—toma mi brazo.
—Stavros cálmate—se acerca Mirtajil y Artmis sostiene a Gulio.
—No le haría daño a mi mujer—lo empuja y debo interponerme para que no se pelee con su amigo—así que no te metas.
Ya no llora pero la oscuridad a tomado su mirada, una oscuridad que podría desatar una tragedia.
—Habla Andromaca—me exige y lloro al tiempo que un leve movimiento de mi cabeza le confirma sus sospechas.
—¿Cuándo? —me presiona.
—No seas animal que eso no es fácil de decir—se acerca mi hermana para empujarlo—lo siento tanto hermana, perdón—me dice pero ahora no quiero tenerla cerca—lo sie