Capítulo 4

Estella se dirigía al cuarto de Rian con una bandeja de comida, ya que cuando no se levanta temprano era porque estaba muy cansado y siempre trataba de demostrarle cariño, así que esos días, para que jamás dejara de sentirse querido, le llevaba esos pequeños gestos de amor, al entrar se acercó a él y le dio un beso en la frente.

"Buenos días mi niño" él sonrió y procedió a sentarse en la cama, "Buenos días Estella, ¿cómo amaneciste?, muchas gracias, pero necesito platicar contigo" la sonrisa de aquella señora desapareció en un instante y se reemplazó por una cara de preocupación "Que hiciste ahora Rian?" respondió directo, la pobre anciana golpeó la cabeza de aquel hombre que recién despertaba y soltaba un pequeño gruñido por aquel gesto.

"Sabes que el trabajo de mi padre también era ir a subastas, pues compre a una muchacha" la mujer parecía que le daría un infarto al oír eso, pero no podía quejarse sabría lo que pasaría si lo hacía "No le harás nada a la muchacha, ¿no? ¿Qué edad tiene?"

Así la señora le lleno de preguntas en menos de cinco minutos, Rian nomas se limitaba a contestar y a comer el desayuno, "Bueno, ella me gusta, o sea no se Estella, me atrae, pero quiero descubrir si es amor, pero no quiero perderla, de todas formas no seré ligero con ella, porque es muy grosera, no quiero que salga de casa hasta que yo lo diga y no habrá peros." al finalizar la conversación, le entregó las llaves y se levantó de la cama para darle un beso en la mejilla "Mijo, aquella niña, no merece esto, es sólo una niña y debe ir a la universidad, es una gran responsabilidad, ¿has hablado con ella?" el hombre suspiro y se vistió enfrente de ella "Bueno bueno, lo haré iré a hablar con ella y le pondré las reglas, prepara el desayuno para ella por favor, la llevaré conmigo hoy".

La señora asintió y salió directo a la cocina, era lindo que su niño gustará de alguien, pero no era correcta en la forma que todo esto estaba siendo realizado, por otro lado una jovencita estaba despertando, se quitó lo que le cubría los ojos y vio el cuarto, no estaba nada mal pero era tenebroso, aún no sabía quién la había comprado, reviso si tenía toda su ropa y al asegurarse se tapó planeando seguir durmiendo, hasta que escucho el sonar de la manilla y miro con temor la puerta。

Vio al mismo hombre pasar por el marco con quien tuvo la entrevista de trabajo, llena de enojo se levantó "ERES TU! EL IDIOTA DE LA VEZ! PORQUE ME COMPRASTE?! NO TIENES PERMISO HACER ESO ES ILEGAL" El hombre la miraba de arriba a abajo impactado, como una muchacha de 18 años tenía tan mal carácter y no solo eso, como se atrevía a faltarle el respeto, eso fue la gota que rebasó el vaso, golpeando la pared y levantando la voz dijo "Te callas por las buenas o por las malas mocosa!"

La joven solo se encogió al oír que le gritaban, no le gustaba demostrarlo, pero era demasiado miedosa a muchas cosas, en especial a los gritos y peleas, trato de aguantar las lágrimas, Rian suspiro y dijo "Perdón, pero no me hagas enojar, odio que sean groseros, mientras sigas las reglas no tendrás que preocuparte" la muchacha suspiro y asintió, "Iras al trabajo conmigo ahora y luego te llevare de compras, vivirás aquí de ahora en más" Dicho esto entro estrella con la bandeja de comida y sonrió.

"Ella es Estrella, es la ama de llaves, cualquier cosa que necesites debes pedírselo a ella" Estella sonrió y dijo "No te preocupes muchacha, es un buen hombre" Rian se masajeo la sien y suspiro "Okey come y luego nos vamos, Estella sal, me la llevaré hoy, para que no te preocupes" La chica al ver la comida quedó asombrada, ya quería darle un mordisco, apenas las otras personas habían salido comió todo lo que pudo, sentía que iba a reventar, se levantó al finalizar y fue al baño a lavarse manos y cara, luego bajo y trato de buscar a Rian

"Señorita está afuera Rian" La muchacha rápidamente agradeció y se retiró poco menos que corriendo hacia el auto, al llegar saludo y se subió sin emitir ningún ruido, todo el viaje fue mirando por la ventana, Rian la miraba por el rabillo del ojo mientras respondía y escribía correos, organizo una reunión con los padres de Lucía para lo más pronto posible, después de un rato llegaron a la oficina, subieron ambos.

El ojo verde le tomó la mano a la muchacha, susurrándole "no te sueltes" la llevo hasta su despacho para soltar al llegar, abrió el computador y apretó imprimir, no tardo mucho para que salieran los papeles "siéntate y lee esto" la chica hizo caso enseguida y tomó los papeles, eran reglas! de verdad ella tendría que seguir todo esto? cuantas hojas eran? parecían que al menos eran 2 páginas. Las reglas fueron las siguientes.

1.No groserías

2.No charlar con otros chicos

3.No salir a solas con otros chicos

4. No desobedecer

5.Ser obediente

6.Estar siempre a mi lado

Aquellas reglas eran unas que estaban destacadas , al parecer eran las más importantes.

"Disculpa pero cuanto rato estarás trabajando?...que haré con mis estudios y mis trabajos? Y mi familia??"

La chica estaba un poco histérica o eso se podía apreciar "levántate y acércate a mi" dijo el mirándola a los ojos, ella nerviosa se acercó y a él solo le basto agarrarla del brazo y darle un pequeño tirón para que se callera y se sentara en sus piernas "Escucha, desde hoy te tratare como una niña muy pequeña, espero no oír quejas, no trabajaras, si quieres estudiar lo harás en línea y frente a mis ojos, lo de tu familia ya lo veremos, alguna duda más?"

Ella se quedó callada procesando todo y asintió lento, se iba a levantar hasta que sintió un brazo posarse en su cintura, se dio la vuelta mirándolo y entendió que debía quedarse ahí y eso hizo, no se movió...hasta 30 minutos después donde se escuchaban suspiros de aburrimiento "Que tienes?"

Preguntó él sin despegar la vista del computador "e-estoy aburrida.... " dijo mirando hacia el suelo, esperaba un regaño, pero el contrario solo río y desbloqueo su teléfono enfrente de los ojos de ella "aquí tienes, descarga los juegos que quieras, si no aprendiste la contraseña a la primera no te preocupes, avísame y lo desbloquear para ti cariño si?" la chica lo miró como si hubiera mirado a un fantasma, Cariño? la había llamado cariño? como alguien podría decirlo con tanta tranquilidad, no le molestaba pero era extraño, su corazón latía con fuerza pero no se sentía inquieta, agarro el teléfono y sonrió mientras empezaba a buscar juegos y empezaba a jugar tranquila y hacer pucheros cada vez que perdía, el disfrutaba ese tranquilo y simple rato, sorprendentemente las cosas estaban yendo demasiado bien para todas las cosas que habían vivido

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo