Al llegar la semana de la reunión con Andrés, la tensión era palpable entre nosotros. Habíamos dedicado horas a prepararnos, ensayando posibles preguntas y respuestas, y tratando de anticipar cualquier situación inesperada. El día de la reunión amaneció nublado, pero eso no nos detuvo.
Nos vestimos con cuidado, buscando proyectar una imagen de confianza y profesionalismo. El lugar elegido por Andrés era un elegante restaurante en el centro de la ciudad, conocido por su exclusividad y ambiente sofisticado.
Al entrar, el lugar estaba lleno de gente adinerada, todos inmersos en conversaciones animadas. Nos dirigimos a la mesa que Andrés había reservado, donde ya estaba esperando, sonriendo al vernos llegar.
_ ¡Qué bueno que pudieron venir! _ nos recibió, con un gesto amigable.
_ Gracias por la invitación, Andrés. Estamos emocionados de escuchar más sobre los proyectos de Valeria _ respondí, intentando mostrar interés genuino.
_ Valeria es una persona muy apasionada, y tiene grandes ambi