Capitulo 58

La puerta del pequeño apartamento resonó con tres golpes suaves. Valeria, que había estado mirando distraída por la ventana, se apresuró a abrir. Al otro lado, Mónica apareció con una sonrisa amplia, cargando una botella de vino en una mano y una bolsa con galletas y queso en la otra.

—¡Aquí está la salvación de tu noche! —anunció con voz cantarina.

Valeria la abrazó con fuerza, y por un momento sintió que una parte de la carga que llevaba en su pecho se aligeraba.

—Moni, no sabes cuánto necesitaba esto.

—Lo sé, amiga. Te conozco mejor que nadie. Cuando te pierdes tantos días, es porque algo fuerte pasa. Y créeme, ya vengo lista para sacarte las palabras aunque sea a punta de vino.

Ambas rieron, y esa risa llenó el ambiente con un calor familiar. Valeria cerró la puerta, y pronto estuvieron en la mesa, con dos copas servidas y el improvisado picoteo que Mónica había traído.

—Bueno —dijo Mónica, alzando su copa—, brindemos por nosotras, porque seguimos vivas a pesar del trabajo, los je
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP