Eirene:
El sonido de la botella cayendo y chocando contra un piedra hasta romperse fue mi señal, el parecía estar mareado y cayó de rodillas al suelo
—¡Vete! —dijo enfurecido —Tienes que irte
En ese momento pude notar sus grandes colmillos sobresaliendo y como la sangre que había bebido corrió sobre sus labios y mandíbula hasta llegar al cuello que a plena vista parecía tan sensual, ¿se suponían que era así? no es que haya sido algo que conociera ya que soy virgen pero he oído a la servidumbre hablando sobre eso.
Me acerqué a él con lentitud porque aun tenía un poco de miedo, en un parpadeo yo ya estaba en el suelo y sentía un gran peso sobre mi, al abrir los ojos note dos grandes ruedas de color esmeralda tiñendoce a color rojo, el se acercó a mí cuello, en ese momento sentí como si me desgarraran el cuello
—Duele —dije e intenté quitármelo de encima pero no lo logré, mi respiración se empezó a acelerar, las lágrimas empezaron a desbordarse de mis ojos y mi ropa estaba destrozada s