Diana pronto llegó al enorme edificio, no tuvo problemas al entrar, ya los de recepción la conocían, por lo que no dudaron al dejarla subir a ver a Enzo.
Después de todo es Esposa de su temible CEO.
Una vez que Diana llego al piso correcto camino por el largo pasillo con el corazón pesado y cuando estaba por llegar a la oficina la secretaria de Enzo se encontró con ella en el camino.
—Señora Lombardí, buen día. ¿En qué puedo ayudarla?— dice amablemente la secretaria.
—Vengo a ver a mi Esposo.
—Lamento decirle que no puede entrar, el Sr. Lombardí está ocupado, no sería mejor venir después — explicó la secretaria algo nerviosa, causando curiosidad en Diana. ¿Acaso le está ocultando algo?
—No puedo venir después, necesito ver a mi Esposo ahora, no te preocupes, yo me haré responsable de lo que vaya a pasar— dice con firmeza Diana
La expresión de la secretaria pasa de ser amable a una rígida— Señora Lombardí, el señor necesita cerrar un contrato importante ahora así que no es momento para