“¡Príncipe Osborne!”.

Samuel mandó a volar a Clyde al instante sin darle tiempo a reaccionar.

Varias personas se apresuraron hacia Clyde para levantarlo de nuevo.

Las hermosas mujeres detrás de él se sorprendieron.

No esperaban que un viejo cualquiera abofeteara fácilmente a Clyde en la cara de repente.

Harvey se quedó a un lado de forma indiferente.

Samuel seguía siendo el amo de la piedra angular del País H, Longmen.

Incluso los amos de las cinco familias ocultas solo estaban a su altura como mucho.

Clyde debía de tener unas ganas de morirse por presumir delante de Samuel, sobre todo antes incluso de que estuviera en el poder.

“¡Cómo te atreves a tocarme, b*stardo!”.

Clyde estaba cegado por la rabia; ni siquiera le importaba quién era Samuel en ese momento.

Estaba siendo apoyado por la familia real de la India y la familia Osborne, y se le ordenó utilizar las cuatro grandes Alianzas de Artes Marciales contra el País H.

¿Cómo podía un hombre tan impresionante como él sopor