Patear la puerta de la sala de subastas para abrirla, interrumpir la subasta y tomar asiento al frente. Todas sus acciones mostraban dominio y arrogancia.

Sin embargo, nadie en la multitud se atrevió a regañarlo en absoluto. Muchas personas incluso se pusieron de pie y lo saludaron respetuosamente.

Incluso la hermosa subastadora que estaba en el escenario se inclinó respetuosamente. Una sonrisa halagadora apareció en su delicado rostro.

Yvonne entrecerró los ojos ante esta escena, pero permaneció indiferente.

Sin embargo, había un viejo dicho: “El árbol prefiere la calma, mientras que el viento no para”.

Yvonne no quería revelarse, pero Hector Thompson parecía haber sentido la presencia de ella hace mucho tiempo.

Su mirada se dirigió hacia donde estaba Yvonne. Él sonrió y agitó su mano hacia ella. “Eres bastante astuta, Yvonne. Escuché que viniste aquí hoy por la tierra en Lujiazui".

"¿Estás realmente tan ansiosa por ir en mi contra?".

Hector definitivamente había leído el d