Fuiste hecha para mi.

Atenea Aray

Roy  aparece en la sala y me acerco abrazándolo. Su rostro es un poema, tratando de ocultar de mí que tiene algo con Amaya, y todo esto sin que ella se sienta ofendida por que esconde su relación. Vaya hazaña que tiene por delante, Amaya es psicóloga y tiene la pésima manía de psicoanalizar a todo el mundo.

— Relajate Roy, ya se que está perra te envolvió— le digo palmendo su hombro— te extrañe mucho.

—Yo también te extrañe. Creo que has regresado más directa y con la lengua más afilada que lo normal— Roy se atraganta con su propia saliva, y yo no hago más que