Dos años después
Queenstown-Nueva Zelanda
El sueño de Isabela y Fernando de realizar Bunge desde el puente Kawarau a una altura de cuarenta y tres metros se hacía realidad.
Las personas encargadas les pusieron los arneses correspondientes, se pararon al filo del puente, se dieron un profundo beso y se lanzaron al vacío, tomados de la mano.
—Esto ha sido sensacional —exclamó Isa una vez que estaban nuevamente en el punto.
—Te lo advertí mi amor, esto fue increíble —afirmó Fernando.
Regresaron al hotel, después de esa increíble experiencia.
—Creo que nos merecíamos estás vacaciones.
Efectivamente, durante estos años ambos sacaron una maestría y estaban enfocados al trabajo.
La familia García había aumentado. Ángela y Antonio tenían una hermosa niña de dos años. Katty, era una flamante publicista y estaba esperando su segundo bebé, llevaba seis meses de gestación, el pequeño Enzo tenía dos años y medio, era un niño muy inteligente y bien portado. Y sus abuelos Toñita y Emiliano,