No hay delicadeza en Reymond, él me ataca con fuerzas, causando que sienta como el aliento se me corta ante su rudeza profundizándose en mi cuerpo. Sus gruñidos y la forma en que me agarra, me hace comprender que es más animal que humano, porque aun sabiendo que es mi primera vez, no es gentil aunque pueda sentir que sufro.
— Reymond…— Dame un segundo. — dice él atacándome de tal forma que yo siento que voy a partirme en dos. — Es muy rudo. — susurro con lágrimas saliendo de mis ojos.Reymond, sale de mi cuerpo, se levanta y se quita toda la ropa que le sobra mientras su miembro rebota con cada movimiento. Ya no hay una ligera capa de sudor, si no, está húmedo completamente y es por el líquido que sale de mí.Porque aunque sentí que era muy rudo, la excitación que me ha causado las feromonas de aquellos alfas y él, hac