——Sin llaves, no importa. Hoy tu tía no está en casa, así que ven a jugar a casa de tu tío, tu tío te cuidará.
——Dicho esto, el hombre agarró a Alina, que estaba emocionada, y la arrastró hacia su habitación.
Quién sabe cuántas noches ha pensado en este momento. Desde el primer momento, se quedó sin aliento, nunca había visto a una chica tan hermosa.
A pesar de llevar el uniforme escolar ancho todos los días, no podía ocultar su rostro tan fresco y tierno. Su piel era más suave que la de un bebé, sus labios más rosados que una flor de cerezo, y sus piernas delgadas en falda eran mucho más bonitas que las de su esposa, que eran negras y gruesas, llenas de grasa. Con una coleta, parecía tan fresca como un trozo de carne tierna, y lo deseaba tanto de día como de noche.
Especialmente c