Alonso y sus hijos estaban conversando en la cocina cuando Priscila y Lucrecia regresaron de su caminata. Trini venía arrastrándose con los ojos hinchados y tocándose la cabeza.
—¿Quién puso una alarma en mi habitación?—preguntó Tini con los ojos cerrados y apuntó hacia Lauren y Fabio.
—Vives en mi casa; fuera de mi casa y te despiertas a las diez eso no va conmigo. —respondió Alonso
—¡No te dije que quería vivir contigo!—Respondió y todos le miraron. Samuel le dio su taza de café y ella dio un sorbo largo.
—Papá...—dijo Charlie. —Decías lo del centro comercial.
—Regalos de Navidad. No se pongan baratos con Verónica, regalos caros y bonitos, ella tiene una lista navideña en doce tiendas, elijan lo más caro y háganla feliz. Además compren algo del corazón y caro —Replicó y su esposa sonrió.
—Papá, esto siempre es un Fracaso—le recordó Alonso