--- Dominik Müller ---
Recién acabo de llegar a EE. UU., inmediatamente me llegan montones de notificaciones, algunas son de Barbi, otras de mi madre y padre que esperan a que llegue con bien, algunos socios y más… Es claro que mis vacaciones terminaron, reviso mi móvil y no tengo ninguna de Bruno o de Lorelei. Por arte de magia, aparece una, una que había estado totalmente callada, Martina, la cual solo espera que llegue con bien, bien sé que algo debe querer.
Subo a mi auto y manejo a toda velocidad con los vidrios abajo, me encanta sentir cómo el aire golpea mi rostro, voy camino a Catskill Mountains, lugar donde actualmente viven mis padres, creo que tendremos una larga y entretenida charla. Más ahora que les haga saber cuáles serán mis últimas decisiones y les guste o no, ya todo está en marcha para el día lunes.
Luego de un par de horas, llego a casa, mi madre me recibe con un gran abrazo, Annalena Müller es una mujer de carácter fuerte, pero también es una mujer de gran corazón.