--- Alexis Betancourt ---
Tomamos un baño tranquilamente, cuando salimos, ayude a Ana a secarse su larga cabellera, hoy quise que saliéramos de casa, hay un lugar que me gustaría compartir con ella.
- Te veo en la cocina, voy a calentar el desayuno, no tardes. – Le digo cuando salgo de la habitación.
- ¡Sí! En un momento voy…
- ¡Por cierto…! Tu ropa ya está en el guardarropa, ponte algo abrigador, hoy hace un poco de frío y quiero llevarte a un lugar, me gustaría mostrarte algo.
Veo cómo Ana se queda sorprendida, me gusta ver esa mirada de sorpresa, me gusta ver la curiosidad que muestra.
- ¿A dónde vamos a ir?
- ¡Es una sorpresa! Te espero en la cocina para desayunar.
Algo de la habitación y me dirijo a la cocina, caliento nuevamente nuestro desayuno, dejo que Ana se prepare. No le he dicho aún a dónde la llevaré, hoy quiero que salgamos de casa, debe ser aburrido para ella permanecer todo el fin de semana en este apartamento, así que hoy planeo que vayamos a un lugar que por años he