--- Ana Teyssier ---
Sentir el calor del abrazo de Héctor calma un poco mis pensamientos, esos que llevó 5 años luchando para apaciguar y que no salgan.
En ocasiones, miro al hombre que está a mi lado y me pregunto, ¿Por qué? ¿Por qué demonios no me quedé? Al final, ahora estamos juntos, pero separados.
Él tiene a Ella y, en definitiva, es una buena mujer y se ha adaptado perfectamente al ritmo de vida de Héctor.
Aunque no puedo evitar sentirme culpable, ya que, en ocasiones, imagino cómo hubiera sido mi vida si no hubiera tomado ese vuelo hace 8 años.
Tal vez mi vida hubiera sido diferente, tal vez mi familia seguiría viva, tal vez Paz realmente sería hija de Héctor, tal vez se llamaría diferente, tal vez no lucharía cada día con lo que siento, tal vez no me sentiría culpable por seguir viva.
Admito que el enterarme de que estaba embarazada, cambió varias cosas en mí, pero el embarazo llegó en el momento en que había decidido que ya había tenido suficiente, que ya no podía más, que m