Decidida a dejar a un lado su rabia y sus sentimientos heridos, y a fingir amnesia sobre el incidente en la sala de descanso, Eden se sentó erguida, se quitó las gafas y se las limpió con el dobladillo del vestido antes de volver a ponérselas.
Estaba a punto de volver a molestar a Liam y pedirle ayuda para acceder a su computadora portátil cuando Clara y Gibby llegaron para salvarla.
Clara le proporcionó el acceso inicial y le recordó que debía cambiar su contraseña, mientras que Gibby le informó sobre la agenda de Liam para ese día.
Como parte de su entrenamiento, ella tenía que asistir a todas sus reuniones del día, coordinar su visita al gimnasio con su entrenador personal, organizar su almuerzo, recoger su ropa de la tintorería y redactar algunos informes y presentaciones.
Eden pensó que eran demasiadas tareas para un solo día, pero no se atrevió a quejarse. No después de sus exigencias salariales.
Ella aún estaba repasando su agenda cuando los dos hombres que vio con Lia