Mirando a los guardaespaldas que le rodeaban, Julio frunció el ceño.
—¿Qué están intentando hacer?
—¿Qué intento hacer?— preguntó Juliana con una risita, encontrándole bastante interesante.
Levantando la barbilla, se acercó a él.
—¿No te hacías el importante? ¿No dijiste que ibas a intervenir? Creía que eras tan poderoso.
Antes de investigar sus antecedentes, pensó que era hijo de una poderosa familia secreta. Después de todo, conocía a casi todos los hijos de las Diez Élites de DF, y nunca lo había visto. Sin embargo, después de investigar, se echó a reír. ¿Acaso Julio se creía todo eso sólo porque tenía alguna influencia en Guadalajara? Cómo se atrevía a comportarse con tanta arrogancia y desparpajo en un lugar como DF, donde las figuras importantes se escondían a plena vista.
—¡Arrodíllate y discúlpate conmigo!—Juliana decidió que tendría que experimentar esa satisfacción pasara lo que pasara. Después de todo, Julio era el ex marido de Sofía. Si él se arrodillaba y pedía discu