Capítulo 18: La tercera guerra mundial.
— Sólo está vez — Susurró extasiada.
Una vez en la cama y sin ninguna prenda, Ivy sentía como tocaba las estrellas cuando Mathew entraba despacio en ella y dejaba un camino de besos por toda su cara y entrelazajaba las manos con las suyas, encajaban perfectamente pese a ser diferentes aunque pensándolo bien todo en ellos lo era. La muchacha se estremecía ante cada caricia y jadeaba por tanto placer, de sentir como su piel se erizaba ante cada embestida.
— Nosotros no podemos estar juntos — Gimió Mathew intensificando más sus movimientos.
— Estoy de acuerdo — Respondió Ivy excitada.
— Pero se siente tan bien...
No hubieron más palabras e interrupciones. Sólo ellos dos compartiendo aquel momento sin pensar en el mañana o en lo mucho que se odiaban.
HORAS DESPUÉS....
— Por Dios Ivy, ¿Dónde diablos estabas? — Preguntó Alba al borde de un colapso nervioso.
— Pensé que el estilista tardaría menos en arreglarme, ya ves que no pero tengo todo bajo control...
— Mi niña, te ves tan preciosa ves