POV de Mathilda

Desperté cuando las luces de la habitación estaban brillantemente encendidas, indicando que ya era de noche. Alcancé mi teléfono que yacía en la almohada, y la hora mostraba las 8 PM, lo que indicaba que había dormido durante más de diez horas.

Mi cuerpo se sentía mejor que por la mañana. Estiré mis músculos mientras giraba hacia la izquierda, esperando la tranquila atmósfera de la habitación, solo para que fuera destrozada por mi grito asustado al ver a Fredric sentado pensativo, mirándome junto a la cama.

"¡KYAA!"

Rápidamente me cubrí la boca y calmé mis sentimientos asustados. Fredric no se inmutó; siguió mirándome fijamente mientras cruzaba las manos frente a su pecho.

Inmediatamente me levanté de mi posición y me puse de pie, inclinando la cabeza mientras decía: "Lo siento, Sr. Fredric. Me sorprendí y no quise decir nada más."

"Siéntate; tal vez deba disculparme por sentarme aquí de repente. Estoy confundido, Mahilda..."

Me sorprendí al ver a Fredric tan abatido.