Me desperté y traté de ajustar mi vista con la luz, me moví un poco y gemí de dolor.
Me dolía tanto la espalda que traté de sentarme con mucha dificultad. Observé mi entorno y no era mi habitación. En cambio, estaba en la habitación de él.
Me miré debajo de las sábanas con el mismo vestido de anoche puesto, y luego todo lo que pasó se plasmó sobre mí.
Di un vistazo a mi alrededor.
Miré mi muñeca, había magulladuras rojas producto de las cuerdas. Y me estremecí al recordar a las ratas moviéndose sobre mi cuerpo. Cerré los ojos para calmar mi respiración y para deten