—Andrew, ¿por qué no te estás preparando? ¡Ya llegamos tarde por el amor de Dios!—Chloe lo regañó.
Andrew sonrió como un niño, mientras jugaba con Chase y Lucas.
—¡Solo cinco minutos! Mis campeones están disfrutando con los balbuceos de papá.
Y siguió jugando con los chicos. Hablar con ellos en lenguajes infantiles. Chloe suspiró feliz.
No podía creer que este fuera el mismo Andrew que tenía miedo de tener en brazos a estos mismos bebés