Lisandro aún está en shock con lo que Camila le ha dicho. Él va a ser padre y también va a poder estar cerca de ella. Las cosas no pueden ser mejores para el doctor Cuartuco.
—Necesitas calmarte. No es bueno para ti o para el bebé —dice Lisandro amablemente mientras la abraza.
Leonel nota que Camila y Lisandro tardan en volver, por lo que llama a recepción para preguntar. Le informan que Camila está en la enfermería, así que baja rápido para acompañarla. Sin embargo, cuando va a entrar, escucha a Lisandro hablar.
—Tranquila, Leonel va a entender. No es que nosotros quisiéramos que pasara —indica Lisandro.
—No me va a perdonar. Estoy casi segura —comenta Camila solloza.
Leonel sabe que está mal escuchar detrás de las paredes, por lo que abre la puerta. Nunca pensó que Lisandro estaría abrazando a Camila.
¿Qué más necesita ver? Ella ha estado extraña desde que él estuvo internado. No ha querido tener relaciones con él. Y le ha hecho todas esas preguntas extrañas. Seguramente ha vuelto c