PDV Clara
Poco después de caer encima de Mía, me moví un poco por puro instinto, pude sentir nuestros pechos tocándose entre sí, fue algo raro, pero no tuve tiempo de pensar en eso por ahora, tenía mi mente en otro asunto.
— ¡Quítate Clara! —me grito Mía mientras se movía de un lado a otro.
— ¡No!
— ¡Pesas mucho! ¡¿Por qué estás tan gorda?!
— ¡¿Ahhh?! ¿Cómo te atreves? Tú de seguro tienes más carne que yo, mira nada más tus piernas.
— ¡Quítate! El agua me llega casi hasta la nariz.
— ¡No lo hare hasta que resolvamos todo! ¡Ni pienses en irte de aquí Mía!
Después de decir eso último, estire mis manos y sujete de los brazos a Mía, no bromeaba con que no la iba a dejar ir.