Sean solo pudo guardar silencio mientras el médico explicaba la situación de Lily, quien sufría de estrés y agotamiento. Jerry respiró aliviado, ya que este incidente no tenía nada que ver con él. Sean estaba aturdido; ni siquiera se dio cuenta de que el médico ya se había ido.

"Lily debe estar pensando en ti, que la sigues constantemente", dijo James, muy seguro de sí mismo.

"¡Debe estar pensando en su padre, que está en el hospital! ¡No en mí!", replicó Sean, buscando una excusa.

James quería golpear la cabeza de ese estúpido Sean.

"Realmente no entiendo la forma de pensar de su familia, obligando a Lily a pagar los gastos del hospital e incluso pidiéndole que se venda. Ya veremos, ¡les haré pagar!".

Sean frunció el ceño al ver a Jerry mirando furtivamente. Molesto, le dio una patada a Jerry.

"¿Qué haces?", le reprendió Sean con los ojos entrecerrados.

"Solo quería ver cómo estaba Lily, ¿acaso está mal?".

"¡Está mal! No espíes a la futura esposa de alguien. ¡Fuera!".

Sean los despi