Capítulo 50. Amnesia
Ana era ahora quien abrazaba a Graham, él temblaba y el olor a sangre impregnaba el ambiente.
Ana jamás se sintió tan inútil en la vida.
Mantenía el fuego encendido y rezaba por un milagro.
—No mueras —le ordenó Ana y Graham negó con la cabeza.
Graham cerró los ojos escuchando los rápidos latidos del corazón de Ana y deleitándose con la canción que le cantaba mientras lo mecía como un niño.
¡¡GRAHAM!!
¡¡ANA!!
Qué alivio más grande sintió Ana al escuchar la voz de Gavin llamarlos.
— ¡¡AQUÍ ESTAMOS!! —Gritó Ana hacia el cielo y movió a Graham.
—Graham, ayuda, llegó la ayuda —masculló Ana y levantó su rostro, pero este no hizo caso, había perdido el conocimiento.
— ¡¡GAVIN!! ¡AUXILIO! —Gritó Ana y vio la luz de una linterna alumbrando su rostro.
—Ana, ¿están bien?
—Gavin gracias a Dios, Graham ha perdido mucha sangre.
—Los sacaré de allí.
Ewan había traído cuerdas y su caballo, Gavin se ató a la cuerda y bajó escalando muy rápido, tomó a Ana prim