— ¡Yo no me meto con hombres casados! ¡Se lo dije cuerpo de tabla!
— ¡Ya cállate ballena! — Aimee miró a un punto ciego — ¡Y tú deja de ver a esta hipopótama andante si no quieres que te castre!
El vídeo terminó y nosotros nos pusimos a reír, hicimos lo que teníamos que hacer y luego fuimos a comer algo decente.
— Vamos a dormir ya luego veremos qué hacer.
Yo asentí y nos fuimos a la cama. Desperté luego de varias horas y miré a Adriel leyendo un libro en la terraza, entonces me acerqué y puse mis manos en su abdomen desnudo.
— ¿Qué tal dormiste amor? — me preguntó — ¿Descansaste algo?
— Dormí bien y sí lo suficiente para tener energías.
Le di un beso y dejo caer su libro, sujeto mi trasero y en poco tiempo estuvimos calientes listos para hacer lo que el agotamiento no nos había permitido que hiciéramos.
— Espera un momento que pediré que preparen algo — dijo Adriel — mientras ve relajándote.
Él se marchó y luego yo fui al baño, al entrar mire una lencería que decía para Lucía escrita