CAPITULO 100
Guillermo había empezado a trabajar en la isla y empezaba a hacerse un renombre en el lugar.
Empezando porque tenía una gran visión sobre lo que se debería hacer para que la isla fuera muy productiva y obviamente todos estos pensamientos chocaban con todo lo que hacía el alcalde.
Fernando no estaba dispuesto a tolerar que un hombre como Guillermo, le dijera que tenía que hacer para mantener su trabajo en especial Porque guardaba un novio secreto dentro de su corazón por ese hombre.
— Tu solamente eres un forastero en este lugar y no tienes derecho a opinar absolutamente nada — le repetía una y otra vez cuando se encontraban en algún tipo de censo con todos los habitantes para tomar determinaciones.
— Ustedes desde hace mucho tiempo votaron para que yo fuera parte de la isla y dejara de ser una forastera, creo que Guillermo se merece la misma oportunidad porque ha demostrado que vino para ayudarnos a todos — La sonrisa que tenía Tatiana cada vez que hablaba de Guillermo er