Entraron al apartamento y ella le dijo—Tengo miedo de esta conversación. Sé que vas a terminar con esta relación.
—Tienes razón en tenerlo, lo siento mucho, pero no puedo seguir con los planes de casarme contigo, amándola a ella, no sería justo para ti ni para ninguno. A Anabella la amé, la sigo y