—Amor, y también por nuestro bebé —manifestó Anabella.
—Si amor, ya lo dije por nuestros bebés —indicó dándole un beso.
—No me refiero a los gemelos —expresó tomando su mano y colocándosela en la barriga—, lo digo por el bebé que estoy esperando.
—¿Qué? —dijo Sebastián con cara de sorpresa.
—Si