Capítulo 3

El Señor Anderson te ingresa a un cuarto oscuro donde hay un círculo iluminado en el centro, te subes en el. Te mira a los ojos, en la penumbra puedes notar el pesar y remordimiento en su rostro.

-De verdad siento mucho que tengas que pasar por esto, hace unos años me ocurrió algo similar, por eso estoy en este negocio. No puedo verte asi, ten esto y tómatelo para que el trauma sea lo menos posible – se sincera contigo antes de darte una pastilla y ponerla debajo de tu lengua.

El circulo comienza a girar lentamente, casi caes de el pero te mantienes estable, luego sientes un extraño alivio. Te percatas que mientras vas girando vas viendo como luces rojas se encienden en las paredes, un brillo se refleja en los vidrios, te das cuenta de que el cuarto esta lleno de ventanas y que te están mirando. Cuando la luz del techo se enciende completamente te cubres los ojos con tu antebrazo dejando al descubierto tu tierno tatuaje de gato en la muñeca derecha.

-Buenas noches, señores, bienvenidos a la puja de esta noche, presentamos a la preciosa Diana – dice una voz en off

-¿Diana? Supongo que el sr Anderson quiso ocultar mi verdadera identidad por seguridad – dices para tus adentros.

-Tiene tan solo 20 años, pelo castaño, ojos marron, pesa 50 kilos y su pureza está completamente comprobada. Comenzaremos la subasta en 50.000 dólares – continua la voz en off.

Tu corazón se aprieta, si solo aceptan esa cifra, entonces recibirías el 50% de ella, lo cual no te alcanzaría a cubrir la completitud de los gastos de la intervención de tu hermanita. Pronto comienzas a ver como las luces parpadean, al parecer todos entran a la subasta.

-Comprador 10 da 50.000 dólares, alguien da 100.000 – pregunta la voz – mientras se enciende otra luz ofreciendo 100.000 dólares por tu pureza.

A medida que va avanzando la puja ya te sientes tranquila, extasiada, tu visión se nubla y sientes una extraña felicidad, la pastilla que te dio el Señor Anderson ya estaba haciendo efecto, ya no te importaba nada, sólo tener el dinero en tus manos al finalizar la noche.

La puja llega a los 300.000 dólares, la voz nuevamente pregunta si alguien da más. Ningún comprador sube su oferta, están a punto de terminar para que seas vendida cuando una nueva luz aparece en la pared, una voz dice algo que te deja boquiabierta

-500.000 dólares por ella.

Se cierra la venta en esa cifra extremadamente alta, tus sentidos no están muy bien, sin embargo, te sientes genial, ya no tienes miedo a nada, puedes haber sido vendida al peor asqueroso del mundo y aun asi no te importaría.

Te llevan a uno de los privados, donde hay una sala de estar y una habitación. Te sientas en el piso de la habitación y abrazas tus piernas, respiras nerviosa y esperas que llegue tu comprador.

-Tengo miedo, pero a la vez me siento feliz, esta pastilla realmente hace su trabajo – piensas.

Das un brinco cuando se abre la puerta, te pones rápidamente de pie para ver una cilueta poderosa delante de ti, es casi familiar pero no recuerdas donde pudiste haberlo visto antes. Aquel hombre lleva puesto un traje negro hecho a la medida ajustado que logras ver sus tonificados brazos y piernas. Entra y cierra la puerta, se desata la corbata sin decirte nada, lo sigues con la mirada en silencio, tu visión esta algo alterada pero logras apreciar sus rasgos faciales exquisitos y perfectos, sus ojos azules te escanean de arriba a abajo y rompe el silencio.

- Así que tu vas a hacerme olvidar esta noche - dice con una voz suave y profunda

-Así que tu pagaste por mi - dices valientemente

- has sido un regalo de uno de mis amigos. Ya que estoy algo ebrio necesito que tu me quites la ropa, hazlo ahora - te ordena con voz de mando

Nunca haz estado con nadie, no sabes cómo hacerlo, menos hacerlo sensualmente. Por dentro estas muriendo de miedo pero tus acciones dicen lo contrario. Te acercas a el y comienzas a quitar su chaqueta, torpemente vas desabrochando los botones de su camisa, él sigue todos tus movimientos y esboza una sonrisa.

-¿Que estas haciendo? - dice entre risas

-hago lo que me pediste - respondes confundida

-¿acaso ustedes no son mas sensuales cuando desvisten un hombre? Pareciera que un amigo me desviste, baila para mi y hazlo sensual - nuevamente ordena, tomando el vaso de whisky que lleva en su mano.

Te molestas, tu no eres una prostituta pero él no lo sabía, tampoco tienes claro si sabe cuál fue el

Regalo que su amigo le acaba de hacer… es tu primera vez con un hombre, no debería pedir tantas cosas, decides enfrentarte a el de una manera educada, ya que recuerdas que Mariella dijo que aquellos clientes eran peligrosos y poderosos.

-señor, ¿acaso sabe que tipo de regalo le acaban de hacer? - le preguntas con temor

- me pagaron una puta, así que la aprovecharé - apenas dice eso te toma del brazo y te lanza a la

Cama, se sube sobre ti y te aprisiona con su cuerpo perfecto.

- señor por favor, le pido tenga cuidado conmigo - le ruegas

- ¿por qué lo tendría? Eres tan hermosa que pareces de mentira, te voy a follar hasta que me canse - espeta el hombre.

Sientes una sensación de placer inexplicable, tus emociones están revolucionadas gracias a esa droga del Sr Anderson, ya no tienes miedo, lo encuentras hermoso, pero no puedes evitar estar inquieta al saber que no tiene idea que eres pura.

Toma tu quijada y te besa apasionadamente, abre tu boca para dar paso a su lengua, encontrándose con la tuya, haciendo que ese beso sea más y más profundo y excitante.

- quítate el antifaz,es una orden - te exige

- ¡No! - Le gritas

- Harás lo que yo ordene, quítate eso, quiero verte ahora. - dice con voz molesta.

-No lo haré, no han pagado por eso - dices fuerte y claro mientras él continúa inmovilizándote con su cuerpo.

Pone tus brazos sobre tu cabeza y los afirma con una mano, mientras que con la otra recorre tu cuerpo y manosea tus senos. Un miedo mezclado con placer se apodera de ti…

- Soy virgen, te han pagado una mujer virgen - dices casi explosivamente.

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