—¿Y como fue ese amor? —se separa y se sienta en la cama.
Pero me da pena decirle, pues no quiero que de cierta forma se recuerde que su esposo tenía una amante y ahora están juntos, así como yo me siento amante de César. A pesar de todo le cuento con timidez y ella no parece juzgarme, la única que se juzga siempre, soy yo.
—Bueno, nos seguiremos viendo —me dice con una sonrisa
Asiento y la abrazo nuevamente, salimos de la habitación y desayunamos lo que César ha preparado, realmente hizo algo simple porque le da pena cocinar algo y que de le queme. Una vez que terminamos de comer, me despido de Emanuel y él se despide de Alejandro.
Ahora en casa de César, está estaba sola y es porque las señoras de servicios no trabajan los fines de semana, y bueno que Hannah también ha recogido sus cosas.
—La cuna la tengo armada, pues tenía cierta esperanza de que volverías —me informa mientras me ayuda a subir las escaleras.
—¿Y en dónde la tienes? Porque planeo dormir en la habitación de huésped