—Amelia POV—
Después de que él se fuera, tenía la esperanza de que regresará. Cada cinco minutos me la pasé mirando a la puerta, pero él no volvió.
—Déjate de ilusiones, Amelia. Él no te conviene para nada.
Luego de regañarme y darme un recordatorio sobre qué debía hacer. Me voy a la habitación, pero luego recuerdo que la cocina había quedado un desastre. Regresé y comencé a limpiar todo, al terminar, volví a mi habitación. Me acerqué a la ventana y me quedé viendo el paisaje que tenía al frente, no sé por cuánto tiempo, pero así me quedo. Hasta que comencé a recibir mensajes de él. Eran mensajes cortos, pero que me hicieron sonreír.
Al ver que ya era muy tarde, me cambié de ropa y me fui a la cama. Apagué todas las luces y me hice un ovillo en la cama para luego quedarme dormida poco a poco.
Escuchaba como mi teléfono sonaba sin parar. A regañadientes lo tomo y contesto sin mirar quien era. Me sobresalto y me quedo sentada de golpe en la cama viendo mi teléfono. Había cortado la llam