April González:
—Tengo que comprar un celular nuevo. — respondo este suspira y gira sus ojos.
—¿Con que dinero? — pregunta sin soltarme. —Ayer lo gastaste todo alimentando a las personas adictas y sin hogar. — me recuerda.
—Si… es verdad. — susurro.
—Nana te hizo comida. — ofrece la bandeja haciendo que mire a nuestro alrededor buscando a la mujer. —Se fue no vuelve hasta el almuerzo.
—Esta bien. — comento tomando la bandeja para ir al comedor. —¿No tienes que trabajar o…? — busco las palabras para referirme a las mujeres.
—April, te me largaste en la madrugada, casi sales herida o quien sabe si muerta. Tuve que buscarte en una estación de bomberos donde estabas con el amor supuesto de tu vida. No puedo dejarte sola ni un segundo hasta mañana, así que me tienes que soportar. — responde enojado dejando un vaso de jugo sobre la pesa logrando que se escuche un estruendo en todo el lugar.
—Lo siento