April González:
Los Doménech nos observan con enojo que no disimulan ni un poco. Adrián pasa su mano por mi cintura y me hace enfrentarme a Cabrera. Hablan algo, pero la verdad todo me esta dando vuelta. Siento muchas cosas y no se identificarlas, es como si me hubiesen dado un choque de hondas de sonido y me dejaran completamente desorientada. Despierto del transe cuando me encuentro en el auto del bombero.
—¿Qué fue eso? — pregunto aun sin entender.
—Fue un beso, para hacer entender al Sr. Doménech que tú también lo estas superando. — responde divertido Adrián.
—Esto esta mal… muy mal. — comento preocupada por la ira que me espera de parte de los Doménech.
—No hay nada malo, él estaba muy pegado a esa mujer. No puedes verte como otras de sus víctimas ¿no? Te vieron fuerte, que no lo necesitas. — explica a lo que niego.
—Pero… — me detengo “si son importantes para mí” pienso.
—Olvida todo, vamo