***************LOREY****************
Fabrizio, Leo y yo estamos terminando de ordenar la pequeña canasta que llevaríamos a la terraza cuando de pronto suena el timbre.
—¡La pizza! —grito emocionada; y Leo y Fabrizio se ríen de mí— Lo siento, lo siento —digo apenada y, después de eso, me dirijo a mi puerta y la abro de inmediato.
—Buena noche —me saluda un trabajador del hotel—. ¿Señorita Honney?
—Sí, soy yo —respondo muy sonriente; y aquel me corresponde del mismo modo.
—Su pizza, señorita.
—Ay... muchas gracias —expreso verdaderamente emocionada al tomarla y llevarla sobre mi mesa de comedor, para luego tomar mi billetera y sacar unos cuantos billetes de aquella y regresar hacia el hombre que había traída la cena para mis invitados—. Tome, gracias por traerla así de rápido.
—Un placer servirle, señorita.
—Muchísimas gracias —expreso sincera; y el hombre sonríe.
—Que tenga buena noche, señorita Honney.
—Muchas gracias. Igual para usted —respondo y, después de eso, el hombre se retira.