***************LEO****************
No había pasado mucho tiempo desde que había llamado a mi mejor amigo y él ya estaba en mi departamento. Había venido en pijama (fiel a su estilo, cada vez que había una emergencia).
—Te agradezco por venir, Max —expreso sincero, al tiempo en que ambos caminamos en dirección a la pequeña oficina que tenía en aquel lugar que era mi escondite cuando quería desaparecer para todos.
—No te preocupes, Leo —responde sereno al haber llegado a la puerta de mi oficina.
Yo la abro, dejo que Max pase primero y después, entro yo y vuelvo a cerrar aquella puerta.
—Siéntate —le pido a la vez que yo hago lo mismo en un sofá que estaba en este compartimento del departamento.
—Gracias...
—¿Algo de tomar?
—Leche —pide; y yo sonrío—. AL igual que tú —señala serio, de manera repentina, al señalar, con su índice, la copa de whiskey que tenía en mi mano derecha.
—Necesito de esta copa —expreso sincero; y él niega con su cabeza.
—Deja de tomar eso y ve a traer dos vasos de