***************LEONARDO****************
—¿Q... Qué haces? —escucho su nerviosa voz, lo cual me hace sonreír de manera satisfactoria—. Leonardo —susurra mientras yo sigo dejando besos por todo su cuello a la vez que, con mis dedos, continúo acariciando su desnuda espalda; todo ello... sin prisa alguna de por medio— Leonardo... —repite algo afectada—, a... alguien podría venir.
—Nadie vendrá —refuto como deseoso a que ello no sucediese (a que nadie nos interrumpiera)
—Pero...
—Nadie vendrá —reafirmo en un suave susurro y con mucha tranquilidad, mientras sigo llenando de besos su cuello a la vez que, instintivamente, aprovecho en aspirar su aroma, el cual era...— dulce —murmuro de forma repentina al perderme en la fragancia de su piel.
—¿Qué? —escucho su melodiosa y afectada voz
—Dulce —repito al cerrar mis ojos para así, de manera inmediata, comenzar a delinear todo el largo de su cuello con la punta de mi nariz mientras sigo llenándome de su perfume.
—Leo...
—No haré nada que tú no qui