"Mierda, Aria", gimió mientras me besaba a lo largo del cuello. "¿Tienes idea de lo loco que me vuelves? ¿Cuánto tiempo he querido hacer esto?".
Tuve toda la intención de responder, pero honestamente, en ese momento, no quería nada más que él siguiera tocándome por todas partes, que siguiera haciénd