60. ¡NO PUEDES DEJARME!
Jason
Las cosas se fueron al carajo muy rápido.
En el instante en que la policía entra en la casa partiendo las ventanas y gritando, el hijo de puta de Roger apunta en su dirección y comienza a disparar como loco a diestra y siniestra haciendo que la respuesta de los oficiales sea inmediata.
La casa se ha convertido rápidamente en un campo de guerra y yo en lo único que puedo pensar es que Hanna está en medio de toda esta locura.
Roger está utilizando a la rubia como si fuera un maldito escudo humano, lo que hace mucho más difícil la situación.
Me acerco lentamente a Roger, con las manos en alto para mostrar que no represento una amenaza. Intento razonar con él, convencerlo de que libere a Hanna y que yo garantizaré su libertad.
—Roger solo tienes que dejarla ir y todo esto habrá acabado, nadie va a capturarte— le digo, ignorando por completo la mirada que me lanza el detective.
Ahora mismo me importa una m****a la ley, yo lo único que vine a hacer aquí es recuperar a mi muje