Capítulo Veinte
—Puedes llevártela, no voy a comer nada que hagas. — le dijo Grenor cuando ella entró a la habitación con la sopa en una bandeja.
—No seas testarudo. No voy a envenenarte.
—Eso lo has mencionado tu. — dijo él con tono sarcástico. —¿Quiénes envenenarme, Nala? ¿Quieres sacarme del mapa y eliminarme de la vida de tu hijo?
Nala se cuestionó el nivel de paciencia que tenía. Grenor estaba siendo intolerable, ella solo deseaba ayudarlo y él, en cambio, buscaba de cualquier forma posible, sacarla de sus casillas.
—No seas idiota. No quiero matarte, Grenor. Necesito mantene