La señora le pidió a su hijo que la llevara a la clínica. Quería hablar con la madre de Mardeli y hacerle saber un par de cosas.
Por su parte David no comprendía la petición de su madre él se negó rotundamente a complacerla. Pero ella se fue por su cuenta y a escondidas de él, le llegó de repente a Mardeli.
—Señora, ¿le ha pasado algo a mi hijo?
Preguntó con preocupación.
—Todo está bien.
Oye mi niña, me permites hablar con tu madre, por favor.
Mardeli se puso nerviosa. Pensó que su marido no les había comentado del gran problema entre él y su familia.
—Creo que, ella está dormida en este momento.
La suegra notó que la chica desviaba la mirada. Así que, le hizo saber cuál era el motivo de su insistencia.
Finalmente entró. Por suerte el señor Cárlenton no estaba en ese momento y no la interrogaría.
Al verla sobre la cama, supo de inmediato que sí, se trata de su compañera de instituto.
Habían sido muy amigas en aquel tiempo. Pero los padres de ella se divorciaron y tuvo que irse con