En ausencia de su hermano como presidente y Luna como asistente, Owen se dio una cruzada por la empresa. En el camino se encontró con Juan Pablo, quien a la vez viene siendo el futuro cuñado de Eduardo.
—¿Sabes dónde se ha metido mi cuñado? mi hermana desde ayer no se ha podido comunicar con él para afinar detalles de la boda. —Comentó Juan Pablo.
—No, no tengo ni idea. Yo también estoy preocupado porque no lo he podido localizar. ¿Y si le ha pasado algo y nosotros aquí muy tranquilos?
Owen fingió preocupación.
—¿Tú crees? ¡Ja!, ese hombre es que ya le anda huyendo a su matrimonio. ¿A quién le gustaría casarse con alguien a quien no ama?
—¿Tú no estás de acuerdo entonces?
—¡Ja, claro que no! Es porque mi media hermana no me cae bien, es muy presumida y siempre me ha menospreciado.
—Vaya, eso sí que no me lo esperaba. Pero no, no creo que mi hermano esté huyendo, él es un hombre correcto y jamás haría eso. —Mintió.
Juan Pablo solicitó permiso por un par de horas. Pero le fue negado p