Bianca.
Después de cenar me alistó para irme a dormir pero ante de acostarme mi madre toca a mi puerta llamando mi atención.
-hija podemos hablar.
La miro sobre mi hombro mientras me siento en mi cama y como se que me debo de llevar mejor con ella aceptó.
-te escucho.
-mañana será mi día libre y quiero salir a pasear contigo.
Medito la propuesta de mi madre y me parece bien y aunque casi no hablamos ni nos vemos por su trabajo ella intenta llevarse bien contigo y como me enseñó mi padre siempre hay que darle una segunda oportunidad a quien se la merezca, me doy la vuelta para verla de frente con una sonrisa en mi rostro.
-me parece bien ¿a que hora nos iremos ?
Mi madre se emociona tanto que incluso da un chillido de perro que me toma por sorpresa, tengo que contener una risa para no hacerla sentir mal.
-¡ que bien saldremos mañana después del desayuno !
-si mamá.
-tengas una buena noche.
Mi madre se despide de mi con mucha emoción para cerrar la puerta de mi habitación deján