62. ¿Qué más esperas que haga?
Anahí no tardó en colgar el teléfono y caminar hasta el bar donde había quedado con su amante.
Era un lugar extraño y oscuro en el que no había estado nunca, el camarero la miró de arriba abajo y sonrío alzando levemente una comisura más que la otra, de un modo que a la ex niñera le resultó un tanto turbio y le dio escalofríos.
—¿Te pongo algo preciosa?— dijo tras unos segundos de estar observándola.
— Solo una copa de vino, gracias.
Tras unos minutos Alexander entró en el lugar y ni siquiera se acercó a la barra donde ella esperaba, se sentó en una mesa y le hizo una señal para que se acercara, ella tomó su copa y caminó hasta la mesa sentándose con él.
—Bien hablemos, ¿Dime exactamente qué harás con las fotos y cómo las utilizarás? ¿Y qué pasa si la bella Eva Duncan no deja aun así a su marido?
Ni siquiera la saludó o la besó, él fue directo al grano al preguntarle lo que quería, se notaba que aquel hombre tenía las cosas muy claras al fin y al cabo las fotos eran suyas y si ella no